Música y Alzhéimer
Fuente: MUNDO MAYOR, Fundación AlzheimUr
La música nos acompaña durante toda la vida. Y, según qué música, puede tener muchos beneficios. Por ejemplo, tiene una gran importancia como terapia del recuerdo a través de su utilización controlada. Con las personas mayores se utiliza cuando tienen problemas de atención, pérdida de memoria…
Se ha demostrado en infinidad de investigaciones y trabajos clínicos la importancia de la música y su gran poder de transformación en personas con enfermedades como el Alzheimer, Parkinson… [pullquote style=”right” quote=”dark”]Les puede ayudar a superar cambios de humor, de personalidad, de ansiedad y la agitación.[/pullquote]
[toggle_content title=”La música es un lenguaje de expresión y comunicación que nos permite manifestar y compartir con otros sentimientos y emociones…”]En el caso de las enfermedades como el Alzheimer, a veces, una canción, una pequeña melodía, traslada a la persona al pasado o les trae al presente mediante un buen recuerdo. Esta emoción tan sencilla y reconocible puede ayudar a los enfermos de Alzheimer y otras demencias, de manera muy especial. Por eso se utiliza la música como terapia del recuerdo, como un instrumento para guiar y ejercitar la mente.[/toggle_content]
Sabemos que la enfermedad de Alzheimer, por el momento, es irreversible. Sin embargo, la música y otras técnicas que se utilizan en el tratamiento de este tipo de enfermedades, ayudan a reaccionar de manera muy directa. Porque no olvidemos que lo último que pierde el enfermo de Alzheimer es su vida o memoria afectiva. El sonido dulce de una flauta, el tono de voz del terapeuta, la manera delicada de cogerles las manos o ayudarles a moverse mientras la música suena, tiene una importancia muy destacada entre este tipo de enfermos, aunque tengan muy mermadas todas sus facultades.
[custom_frame_left shadow=”on”][/custom_frame_left] Pensamos que el uso de la música de forma terapéutica quizá sea muy reciente. [pullquote style=”right” quote=”dark”]Pero fue ya en 1955 cuando el Dr. Andrus empezó a referirse a la música como terapia fundamental de apoyo en el trabajo con personas mayores. “La música era ideal para el tratamiento de los pacientes geriátricos y con problemas de demencia, a causa de la gratificación y la sociabilidad que puede derivarse de la experiencia creativa. El estímulo verbal del ritmo simple es muy efectivo con pacientes en quienes ha disminuido la relación con la realidad”.[/pullquote]
La última fase de la enfermedad de Alzheimer nos presenta a un enfermo con gran pasividad física y psíquica. No es capaz de gesticular y transmitir mensajes verbales, no comprende muchas de las cosas que están pasando a su alrededor, etc. Pero ,como se ha demostrado, son capaces de “sentir y vibrar” ante la gran capacidad expresiva y comunicativa de la música, que como sabemos, es una de las mejores terapias del recuerdo, proceso que se desarrolla a lo largo de toda la vida.
Veamos lo que algunos investigadores han señalado:
- David Aldrigge y Gudruem Brandt (1991) en su “valoración de la demencia” afirman que una valoración musical dinámica de la conducta del paciente, unida a la coordinación motora y al esfuerzo necesario para la ejecución con instrumentos musicales usados en musicoterapia, ofrecen un instrumento sensitivo complementario de valoración. También sostienen que el ritmo es algo fundamental para la organización y coordinación del proceso interno y externo entre personas ya que ofrece un marco de referencia para la percepción.
- Fanny Silver y Jozef Ph.Hes (1995) en “El uso de la composición musical con pacientes con diagnóstico de Alzheimer” aseveran que la composición musical presupone una capacidad musical intacta para pensar y recordar, y también una capacidad para la creatividad. Elementos que están típicamente ausentes en los enfermos de Alzheimer y aunque parezca contradictorio señalan que, basado en el mantenimiento de la conservación de la memoria para tonos y melodías, los pacientes son capaces de interpretar canciones y poesías cuando son ayudados por el estímulo apropiado y cuando son animados.
- Pollack y Namazi (1992) usaban actividades musicales como cantar, moverse, bailar y ejecutar instrumentos para mejorar el comportamiento social, físico y emocional de los pacientes diagnosticados con Alzheimer.
- Prickett y Moore (1991) afirman que el cantar canciones familiares tiene una influencia positiva, tanto en la memoria como en el aprendizaje de nuevos elementos de nuevo material.
- Shively y Henkin (1986) sostienen que la música y el movimiento han sido utilizados para mejorar la orientación respecto a la realidad, la relajación y la estimulación física y también para ofrecer oportunidades para expresar los sentimientos, estimular los recuerdos y para mejorar la conducta social, entre los pacientes y sus cuidadores y para reducir el sentimiento de aislamiento.
- Olderog y Smith (1989) usaban el cantar en grupo para mejorar el comportamiento social, físico y emocional de los pacientes diagnosticados con Alzheimer. Y así, muchos más investigadores.
Las terapias no farmacológicas son fundamentales en pacientes con Alzheimer y otras demencias. Permiten, en ocasiones, reducir fármacos. Algo que, en pacientes con mucha edad, es un gran paso.